“¿Quieres ser mi amigo, Buddy?”: Cuando la IA nos proporciona robots acompañantes
Por Dominique Nora
Publicado el
Buddy mide poco más de 50 cm, es redondo y está equipado con seis sensores táctiles. Se mueve sobre ruedas. CAMY DUONG
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¿ Pronto nuestros hogares estarán poblados por máquinas capaces de limpiar, educar a nuestros hijos y hacernos compañía? Los avances en inteligencia artificial están marcando el comienzo de una nueva era en la robótica. Un ejemplo de ello es Blue Frog, que sueña con ofrecer robots de compañía.
Para ir más allá
Se llama Buddy, el apodo que los jóvenes anglosajones le dan a su mejor amigo. Y esto era precisamente lo que Rodolphe Hasselvander tenía en mente cuando, en 2015, creó Blue Frog Robotics para comercializar su pequeño robot blanco. «Desde el principio, Buddy fue diseñado para crear un vínculo empático con el usuario», explica el emprendedor.
Con una altura de poco más de 50 cm y forma redondeada, Buddy no tiene brazos. Equipado con seis sensores táctiles, se mueve sobre ruedas y tiene una pantalla frontal con grandes ojos móviles, como los de los héroes del manga, y una boca expresiva. En los últimos diez años, el bebé robot ha evolucionado enormemente: « Ahora que incorpora inteligencia artificial generativa, Buddy se convierte en la auténtica personificación física de la inteligencia emocional…»
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